Esta vez, soy yo

¿De donde nace el dolor? ¿En donde encuentras vertientes de dolor que te empapan y te inundan?.
¿Cuándo decidiste que no había otra forma de vivir? ¿Cuándo olvidaste que nunca esperaras en vano a mis manos?
No hay dolores insufribles, amor... No inventes más pesadillas, que acá estoy yo, acá siempre he estado, para salvarte, para llenarte de mariposas... Acá estoy yo, el ángel de tus noches, que te cuida, que te espera, que te acoge. El ángel que nunca quiso ser tal, que tomo un día el rumbo de un camino sin retorno y mientras anduve por ahí, con las alas rotas y la túnica ajada, sólo tú me miraste, sólo tú me lloraste. Solamente tú, gritaste mi nombre, tú me salvaste y me trajiste de vuelta, cuando no quería ser un ángel y curaste mis heridas...
¿Cómo podría yo, dejar de hacer lo mismo contigo todo los días?
Los hilos nunca se han roto, sigo captando las señales que emanan de tu dolor.
No soy tu héroe, nunca lo he sido, sólo soy este hombre que se posa sobre tus sueños rotos, que recoge tus pedazos y lame tus heridas, para curarlas.Embriaguémonos esta noche mi amor, embriaguémonos con el elixir de este licor que nos salva. Déjame recoger mis alas, para abrazarte, déjame afilar mis colmillos y morderte, suave y tiernamente... Como lo he hecho siempre y empieza a vivir de nuevo, pero ahora conmigo, solo conmigo.

Tu ausencia II*.*

Vuelvo a este lugar, vacío de tus palabras y no te encuentro...
Este lugar que abandone, cuando tu lo hiciste, cuando nuestra sangre dejo de derramarse. Cuando olvidaste que aquí se libraban nuestras batallas y moriamos y nos matabamos y renaciamos y nos salvabamos.
Acá me propongo esperarte, hasta que el tiempo y la espera cansen a mi alma, cansada ya de tanta vana paciencia.
Si, puedo volar a ti, llegar a tus brazos y cobijarme ahí, como cada vez que siento que te pierdo, como cada vez que siento este frío...

Nunca demasiado cerca, nunca tan lejos...

Nunca es muy pronto, nunca demasiado tarde.